Gracias Hermano por todo lo que nos dejaste, te recordaremos siempre.
Simplemente gracias.
EDUARDO
Se han cerrado tus ojos, te has dormido,
hay paz en tu semblante, te has callado,
tu oración se hizo incienso perfumado
que, entregando tus horas, ha partido.
Volaste, golondrina, a un cielo abierto,
sus brazos extendidos te reciben
y en un Amor eterno te conciben;
si en la fe te contemplo, no estás muerto.
Hay dolor, hay congoja, hay surco herido,
hay guitarra silente, dolorida,
tu canto se ha clavado en mi agonía,
mi esperanza, en tu cántaro raído.
Eres grano de sol que espera el día
de la gloria final manifestada,
de la noche estallando en alborada,
de la victoria final del que confía.
Porque Aquél que te ungió son su llamada
te entrega la corona que has deseado,
la luz, que no se opaca, del Amado,
Amor que te recibe en su morada.
PAZ Y BIEN